Tras la
renuncia del periodista Hollman Morris como gerente de Canal Capital para poder
iniciar su campaña a la alcaldía, el alcalde Mayor, Gustavo Petro, escogió como
nueva cabeza del canal público al cineasta Lisandro Duque Naranjo, quien ha
construido una larga trayectoria en el campo audiovisual.
El sevillano además
de ser crítico de cine durante la década de los 60 y 70, se desempeñó hasta el
11 de enero como columnista del periódico El Espectador, en donde aprovechó para
despedirse de sus lectores, ya que el cargo público le impide continuar con su
columna.
“He aceptado, luego
de pensarlo bastante, ser gerente director de Canal Capital, por solicitud del
alcalde de Bogotá, doctor Gustavo Petro. Sin ninguna retórica digo que acepté
por un deber ciudadano y para ser consecuente con mi trayectoria audiovisual.
Vamos a ver si es cierto lo que he sostenido a propósito del papel que le
corresponde cumplir a la televisión pública, y a los medios en general, algo
que, por supuesto, ya puso en marcha en ese cargo mi antecesor, Hollman
Morris”, escribió Duque Naranjo a todos sus lectores en su última columna de
opinión.
Colprensa habló
con el nuevo gerente de Canal Capital, sobre los retos que enfrenta en este
nuevo cargo y las ideas con las que llega al canal.
¿Cómo recibe Canal
Capital?
Canal Capital
felizmente no arranca de cero, no lo digo por la ya larga existencia de este
canal (17 años) sino por lo que ha comenzado a hacer en los últimos tres años
durante la Bogotá Humana de Gustavo Petro. Hollman Morris fue un hombre que
asumió la tarea de dirigir Canal Capital y un gerente que ejecutó momentos muy
brillantes de la televisión colombiana en el canal, porque consolidó una
parrilla de televisión atenta a la sensibilidad de las nuevas ciudadanías, de
los nuevos derechos, una sensibilidad del siglo XXI.
Usted se refiere a
ese siglo XXI por el que debe trabajarse, pero ¿cuáles son esas características
del siglo XXI por las que trabaja Canal Capital?
Hoy en día hay nuevos
deportes, que se inventaron los jóvenes, hay derechos largamente postergados
como los de las parejas del mismo sexo que reclaman el derecho a casarse y a
adoptar hijos, derechos como el aborto que empezaron a agitarse en el siglo XXI
con una intensidad que no fue propia del siglo XX y hubiera sido muy grave que
la televisión pública en Colombia no hubiera estado atenta a esos nuevos hechos
culturales para instalar a los televidentes en la contemporaneidad, por eso
trabaja Canal Capital.
¿Cuál es la meta de
Lisandro Duque en esta gerencia?
Consolidar, afianzar
esa programación, mantener en la parrilla y en las franjas en que están en este
momento varios programas de análisis importante como 'Ni reinas, ni
cenicientas', como 'Hashtag'', 'Las Claves', 'Controversia', entre tantos más
que hay que fortalecer porque además ya han consolidado un nicho de audiencia
muy fiel que crece cada vez más.
Consolidar los
programas sobre discapacitados, sobre minorías étnicas, sobre las prácticas de
los jóvenes de hoy en día, las llamadas tribus urbanas, los nuevos deportes,
los programas de la comunidad LGBTI, toda esa programación que el siglo XXI le
inspiró a Hollman Morris y que él imprimió con esa sensibilidad a este
canal.
¿Qué cosas nuevas habrá
durante su gerencia?
Tenemos un faltante
en programas sobre arte, vamos a tener un programa de teatro que se va a llamar
'El teatro de los acontecimientos', donde un par de teatreros alternativos de
Bogotá, Paola Guarnizo y Carlos Satizabal, van a vivir de gira continua por
todas las salas de teatro independiente que hay en la capital para mostrar ese
mundo del teatro de barrio, de localidad, que es un mundo que ha pasado
desapercibido para la audiencia.
¿Cómo va a utilizar
su experiencia en el cine?
Va a haber un
programa de cine colombiano, de largometrajes, que va a estar conducido por
ensayistas, historiadores, críticos de cine que conocen muy bien la historia
del cine colombiano. Vamos a tirar la casa por la ventana celebrando el
cincuentenario de la película 'El río de las tumbas' de Julio Luzardo, vamos a
hacer un panel en la Cinemateca Distrital con asistencia de toda la comunidad
fílmica y cultural exponiendo esta película que es un gran clásico del
65.
El programa de cine
se va a llamar 'Sin alfombra roja', para desfrivolizar la mirada del cine
colombiano, igualmente vamos a tener un programa sobre cortometrajes
colombianos, los cortos que producen los jóvenes que estudian las carreras de
cine y afines para que todo el mundo pueda verlos.
Será un programa
nuevo que recogerá el movimiento juvenil del cortometraje y allí van a tener su
ventana para ofrecerse al público, vamos a estar atentos a eventos
cinematográficos para así contar a Los televidentes cómo se están registrando
las imágenes en movimiento en el país, porque ahora con la oferta tecnológica
todo el mundo tiene acceso a cámaras, a registrar y crear historias.
¿Cuándo se pondrán en
marcha estos programas?
Todos los programas
nuevos serán los 'idus' de marzo, o sea los buenos presagios de marzo.
¿Cómo trabajará para
ampliar la cobertura y hacer que la gente que a veces quiere ver justamente
reinas y cenicientas, quiera ver ahora contenidos diferentes?
Vamos a estar muy
atentos a promover en los medios tradicionales y en las redes sociales toda la
oferta de programación que tenemos. Hoy en día por fortuna hay muchos canales
de televisión y yo creo que la tendencia a lo que tiene que ver con programas
como los de Canal Capital es a incrementar la audiencia.
Confiamos en que hay
mucha gente cansada de los contenidos frívolos, que subvaloran su inteligencia
y su capacidad de análisis y que ese tipo de televidente se va a encontrar con
un programa de Canal Capital y va a decir “lo encontré” porque acá tratamos de
ser sinceros con la audiencia y no enajenarlos.
Y frente a la
oposición ¿Qué hacer?
¿La oposición?
esperamos que se comporte a la altura, que si quieren nos fiscalicen porque
aquí no hay nada que ocultar, todo sale al aire, sale por la pantalla, somos
honorables y estamos animados por una intención respetuosa con la
teleaudiencia, de modo que la oposición y los organismos de control tienen las
puertas abiertas porque nos gusta que este sea un país plural y que el tipo de
programación que tenemos sea sometida al escrutinio crítico de todos los
ciudadanos incluidos los de la oposición.
¿Por qué lo escogió
Petro?
Pienso que yo como
cineasta tengo una trayectoria larga, tengo reputación de ser independiente, de
ser decente, de no tener trastienda sino de ser una persona sincera y
transparente y además de tener una experiencia en el campo audiovisual muy
prolongada. Opino con demasiada frecuencia porque fui crítico de cine y
columnista y creo que mis columnas son valoradas por un sector de opinión por
los independientes, no pertenezco a ninguna organización política, soy
ecléctico, sumado a que mi saber audiovisual es muy amplio, pienso que eso le
hizo pensar que tenía el perfil adecuado para dirigir este canal y espero que
no se haya equivocado.
¿Cómo recibió esa
propuesta del alcalde?
Con agradecimiento,
pero al comienzo yo no tenía la intención de aceptar el cargo porque en este
trabajo por lo que me pude dar cuenta cuando lo desempeñó Hollman se requiere
dedicar bastante tiempo, sobretodo en menesteres administrativos y yo lo que
quería era ganarme un tiempo, un espacio para lo creativo, después, cuando
comprendí que sí había recibido la confianza de la alcaldía para desempeñarme
en ese campo de lo creativo retiré mis resistencias y decidí colaborar, y aquí
estoy.
Para lograr el
objetivo de entregar a la gente del siglo XXI los pensamientos del siglo XXI
¿cuál es la alcaldía que necesita Bogotá y especialmente Canal Capital?
No solo Bogotá o
Canal Capital, el país necesita una dirección política atenta a los
requerimientos que plantea el siglo XXI que son muy nuevos en muchos sentidos,
en el siglo XXI tienen que empezar a cumplirse unos reclamos ancestrales que se
remontan no solo al siglo XX. En el siglo XXI tiene que volverse realidad una
voluntad de paz de los colombianos y de los sectores más recalcitrantes del
conflicto armado entre los cuales está el ejército y por supuesto las
organizaciones insurgentes.
Porque en el siglo
XXI además surgen nuevos hechos que no se imaginaron antes como los nuevos
derechos, las nuevas ciudadanías, reclamos de grupos ancestralmente
discriminados que llegaron al nuevo milenio con la certeza y decisión de que no
deben seguir siendo desconocidos, las minorías indígenas, étnicas, los jóvenes,
que haya derechos en la vida urbanística, arquitectónica para los
discapacitados en el mundo del transporte, del deporte, que el discapacitado
sea una persona acatada en su diferencia, lo mismo los niños y las
mujeres.
Para eso hay que
prescindir de muchos componentes culturales atrasados que entorpecen ese nuevo
trato. Si no se cambian los modelos económicos que deterioran el planeta, si el
mundo no se dispone pronto a pactar un trato respetuoso frente a las minorías,
las religiones, el plantea va a colapsar.
¿Cómo lograr la paz a
través de un canal público?
Lo que debe hacer un
canal público de televisión e incluso los privados, es que esta es una época
con muchas complejidades de orden económico, con muchas desigualdades y que hay
que expresar los intereses de los menos favorecidos, de los más victimizados
para que se llegue a una forma de equidad social y cultural que garantice la
viabilidad de esta sociedad colombiana.
¿Qué decirle a los
canales regionales que también batallan con los contenidos y la
audiencia?
No puedo plantar un
liderazgo pero sí me parece que hay logros en muchos canales que deben ser
asimilados por los otros que no han llegado a un determinado momento de
desarrollo, pero por ejemplo cuando yo veo Telecaribe me gusta porque es muy
autentico en la manera como expresa la vida en las singularidades de lo
costeño, su culinaria, sus costumbres, que son fascinantes y a mí como cachaco
me nutren. Igual pasa en los programas del Valle del Cauca, veo mucho acierto
en esos canales.
Solo pienso que
debemos plantear una sinergia que permita enfrentar conjuntamente muchas
campañas, programas de opinión que ayuden a democratizar el país, que nos
permitan entrar de la mejor manera posible a la fase de posconflicto que se
ventilen los asuntos que tienen que ver con el conflicto en sus regiones, para
que emerja la paz.
¿Cuál es el reto más
grande que enfrenta desde ahora Lisandro Duque?
Lograr que ese
elemento externo que se mete a las casas con solo oprimir un botón, que logra
entrar a la privacidad de las alcobas donde hay niños, adultos, hombres,
mujeres, donde se cocinan todo tipo de problemas sea algo que por lo menos no
empeore la condición de los que ven la señal de televisión y ojalá las mejore.
Entrevista realizada por: Colprensa
Editor de esta nota: Colprensa